Dice tu Angel hoy:
Como la de todo cristiano, toda tu vida no tiene más que una meta:
Hacer morir en ti lo que es de la tierra, despojarte del “hombre viejo” y revestirte del “hombre nuevo” (ver Col 3, 5-17).
El hombre nuevo es el ser recreado por Cristo que “es todo en todos”.
Revestido de Cristo, el hombre nuevo se reviste de amor, que es el “vinculo de la perfección”.
El fruto es la paz que reina en el corazón, un inestimable tesoro. Poseyendo este tesoro, tu vida se hará con naturalidad alabanza y acción de gracias.
Sobre la tierra no hay una felicidad mayor.
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