Dice tu Angel hoy:
En lo alto de una montaña es donde Jesús quiso revelar la Buena Noticia de las Bienaventuranzas.
Aparentemente es el mundo al revés; en realidad es el mundo magnificado, transfigurado.
Te han encargado proclamar las Bienaventuranzas, viviéndolas y compartiéndolas con tus hermanos cristianos.
Así estarás entre la multitud innumerable de aquellos a los que Jesús interpela. “Alegraos y regocijaos porque vuestra recompensa será grande en el cielo” (Mt 5, 12).
AL SANTO ÁNGEL DE LA GUARDA
Ángel del Señor,
a quien su bondad confió
el cuidado de este tierno niño, hijo mio.
a quien su bondad confió
el cuidado de este tierno niño, hijo mio.
Tú sabes cuántos peligros
amenazan su inocencia,
amenazan su inocencia,
cuántos enemigos se han de conjurar
para impedir su eterna salvación.
para impedir su eterna salvación.
Yo también debo velar sobre ellos;
pero lo que para mí es tan dificultoso,
pero lo que para mí es tan dificultoso,
para ti es más llano y hacedero.
He aquí porque hoy vengo
a consagrarte este hijo mio
y entregarlo a tu solícita custodia.
a consagrarte este hijo mio
y entregarlo a tu solícita custodia.
Ampárale, ángel celestial,
preserva su inocencia
del hálito emponzoñado de este mundo.
preserva su inocencia
del hálito emponzoñado de este mundo.
Arranca de su tierno corazón
toda mala semilla,
guia sus pasos en el sendero de la salvación,
toda mala semilla,
guia sus pasos en el sendero de la salvación,
sé su escudo y defensas
contra las asechanzas de sus enemigos,
contra las asechanzas de sus enemigos,
sugiérele constantemente
buenos pensamientos y santos afectos,
buenos pensamientos y santos afectos,
para que santificándose en esta vida,
le puedas presentar en la celestial Jerusalem.
Así Sea.
le puedas presentar en la celestial Jerusalem.
Así Sea.
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