jueves, 18 de abril de 2013

ORACIÓN Y REFLEXIÓN PARA EL 18 DE ABRIL

Dice tu Angel hoy:
 
En lo alto de una montaña es donde Jesús quiso revelar la Buena Noticia de las Bienaventuranzas.
 
Aparentemente es el mundo al revés; en realidad es el mundo magnificado, transfigurado.
 
Te han encargado proclamar las Bienaventuranzas, viviéndolas y compartiéndolas con tus hermanos cristianos.
 
Así estarás entre la multitud innumerable de aquellos a los que Jesús interpela. “Alegraos y regocijaos porque vuestra recompensa será grande en el cielo” (Mt 5, 12).
 

 
 
 
 
 
 
CONSAGRACIÓN DE LOS HIJOS
AL SANTO ÁNGEL DE LA GUARDA

 
Ángel del Señor,
a quien su bondad confió
el cuidado de este tierno niño, hijo mio.
 
Tú sabes cuántos peligros
amenazan su inocencia,
cuántos enemigos se han de conjurar
para impedir su eterna salvación.
 
Yo también debo velar sobre ellos;
pero lo que para mí es tan dificultoso,
para ti es más llano y hacedero.
 
He aquí porque hoy vengo
a consagrarte este hijo mio
y entregarlo a tu solícita custodia.
 
Ampárale, ángel celestial,
preserva su inocencia
del hálito emponzoñado de este mundo.
 
Arranca de su tierno corazón
toda mala semilla,
guia sus pasos en el sendero de la salvación,
sé su escudo y defensas
contra las asechanzas de sus enemigos,
sugiérele constantemente
buenos pensamientos y santos afectos,
para que santificándose en esta vida,
le puedas presentar en la celestial Jerusalem.

Así Sea.



 

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